lunes, 5 de mayo de 2014

No sólo son duras las peladillas en Casinos (CCT)


Un domingo más nos pegamos el madrugón para participar en una prueba de MTB, si nos pagasen por ello seguramente no lo haríamos, que tendrá este deporte que nos vuelve locos.
La localidad de Casinos famosa por sus peladillas, albergó el pasado domingo la cuarta prueba puntuable para el Circuito Camp del Turia, donde los componentes del DOYOUBIKE TEAM (David, Jose, Alberto, Benja, Luis, Edu, Oscar, Jorge, Sento, Salobre e Iván), volvieron a dar lo mejor de si mismos en un recorrido exigente, no por su desnivel acumulado, no llegaba a los mil metros, sino más bien por sus cambios de ritmo y su terreno muy suelto, donde había que afinar mucho para no acabar besando el suelo.
A las nueve en punto dio inicio la prueba, la salida fue fulgurante, un kilómetro de asfalto dio paso a la pista de tierra; durante varios minutos no sabía si nos encontrábamos disputando la Titan Desert, en medio de una tormenta de arena, por la cantidad de polvo que levantaban nuestras bicis. Haceros a la idea, Londres junto al Támesis pero en seco, muy seco, la boca abierta para intentar llevar el mayor oxígeno posible a los pulmones y lo único que entraba era tierra que se te pegaba en la garganta como si fuese un estucado, que sensación más desagradable. Cuanta falta hace que llueva!!!
Sento y Alberto Peyró
Después de este mal trago comenzó la subida, bastante suave y la primera senda con algún que otro escalón en piedra viva sin mayor dificultad, continuamos subiendo e incrementando el desnivel, hasta llegar a la primera bajada por una pista con el terreno bastante suelto ( mucho cuidadito en las curvas), la segunda subida de la marcha no se hizo esperar, su comienzo fue por  un terreno compacto y un firme excepcional, sin mucho desnivel, lo que permitía apretar los dientes y sacar velocidades entorno a los 16-18 km/h.
Lo bueno duró poco, en la parte final nos esperaba un losar de unos 200m. con una pendiente aproximada del 20-25%, dura, muy dura. Después de esto comenzaba un vertiginoso descenso por una pista que parecía un auténtico "patatal" de piedras de todos los tamaños, sueltas por el camino. Lo duro ya había pasado, ahora nos esperaba un sin fin de cruces de caminos con cambios de ritmo, frenadas al límite sobre terreno inestable y tramos de subida bastante fáciles con bajadas, hasta llegar a la meta. Me olvidaba de una pequeña joya que nos permitió disfrutar esta marcha, una senda muy rápida, con un trazado muy sinuoso y estrecho, que hizo las delicias de los bikers.
David exprimiendo su Merida
Al igual que en la crónica anterior terminé dando las gracias a la organización, esta vez no va a poder ser. El recorrido de la prueba estaba bien, no para echar cohetes, pero bien, lo que no estuvo bien fue la señalización del mismo. Se señalizó como en otras pruebas, pero faltó personal en los cruces de caminos donde se cambiaba de dirección que a ciertas velocidades, te es difícil ver a los lejos las marcas blancas en el suelo. También doy un suspenso al almuerzo, escaso y con poca gracia.
Nos vemos el próximo domingo en Chulilla y recordar "la sarna a gusto no pica".
Más fotos en nuestra galería de imágenes

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