95% del mismo recorrido ratonero que el año pasado (esta vez sin tantísimo aire), con Joseph y Zayra llamando a las puertas de los puestos de honor en sus respectivas categorías, todo el mundo pasó por el arco de meta salvo José Manuel, que tuvo la mala suerte de doblar la puntera del cambio.
Primeros pasos (sí, pasos) hacia delante cuando separan las cintas de los cajones,trago de agua, un sinfín de pitidos sinónimo de que los GPS ya estaban grabando datos, zapatilla a la cala y a esperar que se deshiciera el 'tapón' de la gente que se pone fuera de la zona de salida y se quiere meter con calzador por no salir más atrás al haber llegado más tarde. Ains mare.
Aunque ese esfuerzo de tratar de ganar posiciones fue casi inútil, ya que al llegar a la zona del Plantat, en una bajadita algo suelta, teníamos el taponaco. Lo que era una fila de a dos siguiendo el camino se convertía en una fila mora, cada cual bajándola por donde podía, gente protestando porque se apartaran quienes la bajaban a pie, gente entre los matorrales corriendo con la bici al hombro... un espectáculo, vamos.
Total, volvimos a acabar yendo de a uno bordeando un cercano campo de naranjos de camino al corral de Pataco.
Se acercaba. Sabíamos que tarde o temprano llegaría el primer repechón... en esas andábamos pensando mientras nos comíamos la senda pegada a una balsa de riego. Y así fue. Torcer a la izquierda y 550 m al 7,5% de media. La cima en el mirador del Tos Pelat, por pista arreglada... no había tapón... y tampoco en la trialerilla de bajada que le daba continuidad. Curiosamente, el tapó estaba en la rampita de salida del barranco que linda con la urbanización El Pouet.
Esa ganacia de acumulado ya se volvió constante cuando nuestras ruedas tocaron el arenoso camino dels Frares, pegadito al margen del barranco del Carraixet.
2,5 km de cogerse fuerte al manillar para mantener velocidad (con algún pequeño descanso para recuperar piernas), sobretodo en aquellos dos tramos de senda de unos 250 metros en que la pendiente media pasaba del 10%.
Ya en el camino del Barraquero, en la ladera Sur del Soldat, volvíamos al terreno rompepiernas para rodear por completo el Coto de Català. Sin descanso. Senda, camino, sube, baja, piedras, bosque... Vaya 9 kilómetros de estar pendiente de todo que culminarían con los 700 metros de subida (7% de media) al Tos Pelat desde la urbanización Els Racons, alcanzando la cota más alta del recorrido.
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Lo pedían las piernas y el recorrido nos lo dio (menos mal). Desde la Pedrera del Mono empezó un largo descenso por senda, fácil, sin complicaciones... te podías relajar mientras los cuádriceps se tomaban un respiro, porque aunque el terreno ya pintaba casi siempre descendente, había un par de 'sorpresitas' en El Safareig que nos tenían reservadas. Meter desarrollo y arreglado (con algo de sufrimiento, claro).
De cabeza a la carpa, colgar la bici e ir a la mesa correspondiente a por el bocadillo, naranjas o lo que se terciase. ¡Qué hambre! Hubo quien que le dieran un masaje le hizo más papel que llenarse el estómago, pero lo importante era reponer, comentar y echar unas risas ya que se había terminado el tiempo de esforzarse.
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Si quieres ver las fotos de la prueba, las tienes en la galería: enlace.
Y el vídeo de Gerard:
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Crónica de Paco Pérez
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