martes, 30 de octubre de 2018

Marcha BTT Tuéjar


Iniciamos el día con una temperatura en Tuéjar de 4 grados centígrados y una mañana donde ya la luz del día asomaba ya que por el cambio de hora, el Sol había llegado más pronto. Nos preparábamos para competir en la XX Marcha BTT de Tuéjar (Circuito Serranía BTT) con 42 km y desnivel positivo de 1200 m. Esta era la séptima marcha del circuito y asistimos cinco corredores del Team Doyoubike-PACOM: Rado,Nico, Ibán, Arturo y yo.




Empezamos a calentar un poco las piernas para, así, ponernos en la línea de meta y empezar la carrera... con algunos problemas de sonido al momento de dar la salida, pues el speaker ha tenido que gritar ¡¡¡3, 2, 1, 1!!! Comenzamos con un grupo que salía a un ritmo moderado que luego, poco a poco, fue aumentando hasta llegar a la subida dónde el grupo se alargaría y cada quien iría tomando su propio ritmo de carrera



Acababa la primera subida para llegar a un pequeño descenso de piedra suelta y luego volver a subir hasta llegar a unas sendas, de subida, que nos llevarían a una carretera hacia la parte alta de la montaña, tipo pista, con grava y de allí descender por unas sendas que nos acercarían a encontrar la subida más esperada: una senda de subida. Un tramo por unas sendas muy bonitas algunas, con piedra suelta, un poco de dificultad... pero en sí una marcha entre bosques y unas vistas bonitas de la montaña.



Acabada esta senda de ‘subida’ que, por cierto, era bastante dura, volvimos a tomar un camino tipo pista con grava, para luego llegar hasta la subida de la caseta y luego tomar el giro hacia la izquierda y luego sendear hasta la parte más difícil de la marcha: el paso por la roca empinada. Pero esta vez nos hemos llevado la ‘sorpresa’ de que han puesto una especie de andamios o tablas y al llegar allí ha sido muy fácil cruzar este paso y así volver a tomar la carretera y de allí apretar un poco en este sprint para llegar al pueblo



Antes de llegar al pueblo había que cruzar el puente y luego pasar por los huertos para llegar, por la parte de atrás del pueblo, a la meta. Yo llegué al sprint con otro corredor al cual pude ganar, sabiéndome poner por delante de él, consiguiendo una muy buena posición en la clasificación general de la marcha.



En resumen ha sido muy divertida y fructífera para todos, a excepción de nuestro compañero Nico. Un pinchazo a 4 km de meta en la montura de sustitución que le había facilitado Doyoubike, le hacía perder posiciones, pero acabo pasando por el arco de meta.
Al final muy buenas sensaciones y muy contentos de la actuación que ha tenido el Team Doyoubike-PACOM en la XX Marcha de Tuéjar:



Aplaudir ahora a las personas que se desplazaron cono nosotros para darnos ánimos y, por supuesto a nuestros patrocinadores: DoyoubikePACOM SystemsEdetania Personal Bankers, Talleres Gonzalo y digitis.


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Si quieres ver las fotos de la prueba, las tienes en la galería.

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Crónica de Joseph Ganesh.

martes, 16 de octubre de 2018

Marcha BTT Chera



Seis valientes fueron a completar el recorrido de la Marcha BTT Chera (Circuito Serranía BTT), uno de los más bonitos, con la presión de acabarlo antes de que las inminentes lluvias empezasen a descargar: Joseph, Rado, Nico, Arturo, Carlos y yo.
Seis valientes que se vieron recompensado su esfuerzo con el premio de acabarla sin incidentes, con algún regalito del sorteo final y, casi lo más importante, sin mojarse (salvo en el momento de cargar las bicis en los coches).



Vamos que nos vamos. Puntuales, a las 9:00, nos daban la salida neutralizada detrás de unas bicis eléctricas (eso dijo el speaker), pero entre como son las salidas y que en esta ocasión se sale cuesta abajo... pues de neutralizada tuvo bien poco, al menos en la parte trasera del pelotón que cuando nos dimos cuenta, ya habíamos cruzado el barranco del Agua y estábamos sobre el camino de Chera o la Ruta de los Tres Picos (PRV-101), es decir, en la antesala de la subida al conocidísimo Ropé.
Para hacerse una mejor idea: en los primeros 7 km íbamos a cubrir casi la mitad del acumulado de la marcha.



El tiempo no parecía estar muy de nuestro lado esta mañana. Mucha niebla en esta parte ascendente, pero el perfil no iba a cambiar por la meteorología... En definitiva son dos tramos de ascensión: uno inicial más intenso de 2,5 km (6,5% de media), con una zona donde bien se escuchaba el crujir de las bicis, señal de que la gente estaba apretando de lo lindo sus monturas para superar esos 1300 m al 9% de media. ¡Ah! Y más valía quedarse con la copla de como era este primer sector de la subida, porque habría que hacerlo de nuevo en el segundo bucle... Mejor no pensar.
La segunda parte vendría tras una zona de enlace que permitía volver a respirar (sí, hay que hacerlo de cuando en cuando), antes de coger fuerte el manillar y combatir esos 3 km al 8,5% de media.
Lo bueno de la niebla, es que no podías ver el reguero de corredores delante de ti ni tampoco por dónde tenías que ir subiendo. Lo malo es que no te podías hacer una idea de lo que te quedaba por subir y se hacía interminable.



En el cruce con la Cañada Real de Castilla (máxima cota de la jornada con 1073 metros), tal y como se nos dijo en la salida, estaban los voluntarios con el primer avituallamiento... señal de que el sufrimiento había terminado, por ahora.
Valía la pena coger una de las botellas de agua, porque soltar la mano del manillar en ese camino tan roto, ganando velocidad... sólo para expertos. Y hablando de agua, ese era el nombre del barranco al que llegamos por una senda (exacto, el mismo que cruzamos nada más empezar la marcha).
Algunas secciones con un grado extra de dificultad que crearon algún tapón, ocasionaron alguna caída que otra, pero se bajaba bien, siguiendo el curso del barranco, hasta entrar en el pueblo bajando escalones en la Selveta, serpenteando entre árboles...
Realmente entretenida esta parte final del barranco.


A ver esa capacidad de retentiva: ¿qué había que hacer al empezar el segundo bucle? No os habéis despistado, eso es: subir de nuevo hacia el Ropé. Cómo se quedan las piernas después de estar tanto tiempo bajando, ¿verdad? Pues explícaselo a ellas, porque tenían que hacer casi 3 km al 6,5% de media hasta el cruce con el cordel de la Ceja de Mas del pinar. Allí una buena gente nos desviaba a la derecha a la vez que decían: ¡Ahora para abajo! Y es que empezaba una senda por las Umbrías de Meidén.
Trocha con solo un solo punto a prestar especial atención (un largo tobogán con escaloncitos) y de repente tenías la mesa del segundo avituallamiento en el camino del Pico.



Así de refilón enganché un par de trozo de sandía que dio tiempo de hasta saborear porque había tiempo antes de llegar al tercer de los cuatro 'picos' del recorrido. Además la subida estaba bien diseñada: primero una aproximación por pista ancha, con una pendiente llevadera, luego una zona de llaneo que mutaría en una rampa de 900 m al 9% de media (ouyes!).
En esta última parte enganché con un par de Xipirons, compañeros de ruta como en Sot de Chera, y lo celebramos disfrutando de la senda que baja por el Estrecho de la Hocecilla.



Con la promesa de dejarlos en buen lugar en la crónica nos metimos en paralelo a la CV-395, para afrontar la parte más escarpada del día (al menos hasta ese momento), donde había que ir jugando con la técnica, desarrollo y fuerza para superar unos cortos pero intensos rampotes y una Z con escalera incluida. Lo siento Ibán, este año tampoco la completé subido en la bici, pero la bajada hasta la presa del embalse de Buseo... perfecta.



Para mi gusto, una de las partes más bonitas del Circuito Serranía BTT es este paso por la presa, que tiene a un lado las aguas del Reatillo y al otro las del río de Sot, metiéndose en el desfiladero del Tormagal.
Un buen lugar para tomar fotos de los corredores, que seguíamos buscando la meta rodeando el embalse por la derecha, aunque este año algo menos. Una lástima ver tan poca agua y con mucha menos vegetación. No hubo paso por la losa, porque se 'podía rodar' por el lecho y llegar a la zona de acampada de igual manera.



Con un ojo puesto en el ancho camino que picaba hacia abajo y otro en los coches  o campistas que pudieran aparecer, rodamos rápido hacia la cola del embalse. Nos dimos cuenta de que nos faltaban unos 8 km para acabar y nos faltaban como 300 metros de acumulado, de modo que antes de que llegara el momento en el que solo nos iba a importar la cadencia, nos hicimos la foto-recuerdo.



Tercer avituallamiento cruzado el Reatillo, cartel de 30 km y el camino ganaba pendiente dejando La Corraliza a nuestra izquierda. Tenía que hacerlo para llegar al acumulado... Dos kilómetros con diferente pendiente (al 8% y 6,5% de media) que acababa en un liso asfalto que, de repente, te dejaba ver los tejados de las casas de Chera.
Ay de ti si lo habías dado todo y no te quedaba una rayita de reserva en tu contador de combustible.


Flecha de cal en el suelo que apuntaba a la derecha. Pero, ¿por dónde?, pensabas... pues por una trialera (por no llamarlo pared) de 150 metros (16% de media) que estaba dibujada entre los arbustos. Para mear y no echar gota.
Menos mal que la bajada, por single track, apuntaba de nuevo a Chera.
(Colleja) ¡¡Que te sigue faltando desnivel!!



Entonces completamos un pequeño circuito por los arrabales del pueblo, entre cintas naranjas, bajando... lo que hacía presagiar una sorpresica final, como el último masclet de una traca. Y así fue.
Tuvimos que escalar el último escollo de unos 700 m para ganarnos el derecho de que nos quitasen el dorsal. Eso sí, la entrada hacia meta, con la gente sentada en las terrazas de los bares, animando... hacía que se te olvidasen (casi) los 35 km que llevabas en los cuádriceps.



Lo importante ahora era comentar la jugada con los tuyos: que si tiempos, que si la bajada de aquí, pues el rampón de allá, saludar, buscar sitio para dejar la bici, comer esa torta de chocolate, recoger el premio del dorsal (enhorabuena, Rado)... todo quizás con un poco de prisa porque la lluvia se acercaba y acabó llegando, pero cuando ya todo el mundo había llegado a meta. Por cierto, que así es como quedamos:


Bonita marcha, asequible, con su pimienta a veces pero que te deja muy buen sabor de boca. Objetivo para el año que viene: bajar esa dichosa Z del tirón.

Gracias, por otro lado a los supporters que vinieron a Chera y, por descontado a DoyoubikePACOM SystemsEdetania Personal Bankers, Talleres Gonzalo y digitis. Si no fuera por vosotros...

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Si quieres ver las fotos de la prueba, las tienes en la galería.

Aquí puedes descargar el track de la marcha.



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Crónica de Paco Pérez.

jueves, 11 de octubre de 2018

Pepe trae la escoba, que te doy con ella (Marcha BTT Gestalgar)


PREFACIO
No espero que nadie entienda completamente el título de la crónica, a no ser que sea mayor de 40 años o sus padres le hayan dado una formación especial en entretenimiento de los 80.
Si quieres rememorar aquellos años o sientes curiosidad, pulsa en el enlace: vídeo.
Dicho esto, vamos a lo nuestro.
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Cuando vas a correr una marcha por primera vez, aunque hayas visto el perfil y todas esas cosas, aparece la conocida sensación del a-ver-que-me-voy-a-encontrar. Más todavía cuando tus compañeros te han contado que si esto, ojo allá, ya verás tú cuando... Pues así aparqué yo en el polvoriento campo de fútbol de Gestalgar.
Recogida de dorsales especial, porque esta marcha del Circuito Serranía BTT es la nuestra y casi que te alegras más cuando nuestras unidades van apareciendo; en esta ocasión Salobre, Ramón, Carlos Dotor, Luis, Rado, Arturo, Enric, José Manuel, Ángel, Álex, Miguel ángel Salido, Nico, Ibán, Joseph y yo.



Mientras unos calentaban, otros ajustaban las bridas en el manillar, había quien estaba a las fotos, los rápidos se posicionaban ya tras la línea de salida... cada cual con su ritual pre-carrera. Pero nada de estarse quieto, que ya se va notando que refresca un poco a primera hora de la mañana.
Sin megafonía, nos pusimos alerta con el ruido de encajar las calas de la gente que estaba por delante. Debíamos estar a punto de empezar. Choque de manos, desearnos suerte y ¡a disfrutar!



Quienes no hubieran calentado lo suficiente tendrían un generoso tramo por el camino de Bugarra a Gestalgar para ir buscando sensaciones, además por asfalto, que siempre es bienvenido en los concurridos inicios, porque los que salimos hacia atrás sufrimos más esa nube de polvo que sigue a la cabeza de carrera.
Obviamente llegamos a camino de tierra para dar cuenta de las tres primeras rampas:
- altico de la Dehesa (570 m al 8,5% de media)
- la rocha del Canjarán (1,5 km al 8,5% de media)
- el alto de Algarra (1,2 km al 4% de media)

que por suerte tenían zona de recuperación entre ellas y unos generosos 3000 metros de descenso desde el corral de Martín hasta el camino asfaltado del que nos separamos casi 8 km antes.



En este punto cruzamos el barranco de la Escoba y, de paso, nos metimos en el término municipal de Bugarra, torciendo a la derecha por otra pista cercana a La Loma (camino de Roger), remontando el barranco Seco hasta el corral de Mochín. No había más que dar pedales siguiendo tu ritmo. Nada de preocuparse por baches o piedras o grietas... nada. Debían haber pasado una máquina alisadora no hace mucho, porque había zonas que eran una carretera asfaltada de color marrón claro.




Nuestro recorrido se unió al camino de la Manga de Cheste, parte del Camino Natural Turia-Cabriel, donde en los márgenes estaban colocados paneles explicativos de la zona y tal (como para pararse a leerlos ahora) y sin árboles a la vista. La verdad es que se agradecía por que te diera el Sol, pero no tanto a causa del viento que soplaba de frente, por supuesto, en esta última parte de la larga subida que acabaría, tras casi 8 km al 4,2% de media, entrando en tierras de Cheste a la altura del aljibe de los Cazadores.



Bajada hormigonada y posterior sendita que nos dejaba en el camino del Sapo, prácticamente en la cabecera del barranco de la Escoba. Si no recuerdo mal, había un avituallamiento colocado allí, antes de un repechón que, coronado, nos encaraba al tramo de senda más largo que yo recuerde haber hecho. En esos 7 km ruedas entre pinos, luego entre arbustos, hay toboganes, cruzas lechos de cantos rodados, escalones, eses entre moles rocosas, alguna pequeña subida... pero como dicen en el cine: apto para todos los públicos.




Lo que antes habíamos bajado, ahora tendríamos que subirlo. No el barranco de la Escoba, sino la pista hacia el corral de Martín (2,3 km al 6% de media). Cuando llegamos al alto de la Algarra, en lugar de continuar hacia Gestalgar, tomamos un camino hacia la izquierda, entre campos de cultivo que seguía subiendo, no de una manera tan acusada y que moría en un tramo asfaltado que conectaba con, quizás, la subida más dura del día.



Nin más ni menos que una trocha por la Cañada de López (1 km al 8,7% de media) donde había que echar mano de técnica para ir metiendo la rueda por donde se debía y mantener la cadencia para no perder agarre entre la piedra suelta... y para arriba.
En el Garroferal se invirtió la pendiente y luego disfrutamos del avituallamiento y de un asfalto liso a modo de tramo de enlace con la pista que sube por la Umbría de la Fuente de Roque (2 km al 5% de media) hasta el camino del Campillo, donde dejamos caer la bici y, seguro, se alcanzó la máxima velocidad.




Torcimos a la izquierda en el corral de Cañamero y el descenso no paró siguiendo el barranco de la Higuerilla; bueno, hubo un rampote antes de volver al asfalto, pero casi se superaba con la inercia que llevabas.
De todos modos tuvimos que frenar los caballos para entrar en un par de horquillas enlazadas, antesala de la última zona de senda, muy muy divertida, teniendo de fondo ya las casas del pueblo.


Acabó el traqueteo de la senda en el camino de la Peña de María, yendo ahora a contracorriente por la ribera derecha del Turia para buscar el paso al otro lado, que era donde estaba ubicada la meta. Al final, una especie de azud nos sirvió para tal fin y rodamos sobre el verdoso suelo para acabar la marcha al otro lado del arco hinchable.


Unos comiendo y otros bebiendo, estuvimos esperando a que los 15 terminásemos de marcar tiempo. Sin bajas. Sin percances. Todo el mundo contento a comentar sus sensaciones con el resto del grupo, a hacer vídeos, tomar unas fotos... de relax, vamos, haciendo tiempo para ir a comer una merecida paella a leña que nos ayudara a hacer desaparecer la fatiga de las piernas.


Brillante jornada, en resumen, tanto por el recorrido de la prueba, la compañía, el ambiente, la comida posterior... Por días como estos merece la pena pegarse los madrugones un domingo ¡ah! y también pedalear, claro jajaja.


Como algo secundario, así quedó nuestra clasificación en la marcha:



¿Saludamos de nuevo a nuestros patrocinadores? Faltaría más. Ese apoyo incondicional de DoyoubikePACOM SystemsEdetania Personal Bankers, Talleres Gonzalo y digitis, se lo merece.

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Si quieres ver las fotos de la marcha, las tienes en la galería.

Aquí puedes descargar el track de la marcha.




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Crónica de Paco Pérez.

sábado, 6 de octubre de 2018

Marcha BTT Sot de Chera


La vuelta 'al trabajo' siempre es... complicada. Puedes pensar que has hecho mucho en el parón de verano o que los demás han hecho más que tú, que se te ha olvidado hasta dónde está el bloqueo de la suspensión, etc. Cada uno de los más de 300 que nos juntamos en Sot de Chera, en la reanudación del Circuito Serranía BTT, seguro que le había dado vueltas a esto mientras recogía el dorsal o preparaba la bici o se metía entre el vallado de la zona de salida. ¿Respuestas? En cuanto las motos arrancasen.



Miguel Ángel Salido, Joseph, Nico, Arturo, Ibán, Ángel, Carlos, Luis, Rado y un servidor (aparte de la comitiva animadora, ¡GRACIAS!), contribuimos con nuestros coches a llenar la zona de aparcamiento destinada para la XV Marcha BTT de Sot de Chera y, ya de verde y sobre nuestras bicis, a pedalear obedientemente bajo el arco de salida cuando nos dieron permiso.
En cosa de 1 minuto, pasando por el puente sobre el río Sot, un montón de imágenes a modo de flashback te venían a la mente, junto con el emoji del grito horrorizado del Whatsapp.


 

¡¡Aquí se viene calentado de casa!! De modo que tira p'arriba pero ya...
Hemos perdido el oremus, en serio. Tu culo no ha tocado el sillín y ya tienes los primeros 3 km al 6% de media, descansito para ver si tu corazón, páncreas, etc... siguen estando dentro de tí y a por otros 5 km al 5,5% de media. ¿Porqué no llegar al punto más alto del recorrido (745 m) nada más empezar, allá por los Corrales del Plano? Pues eso digo yo
No dio tiempo de hacerse un pelotón. A los 5 minutos el grupo se deshilachaba por ese camino hormigonado. ¡¡Sálvese quien pueda!!



Poquito a poquito, pero sin pausa, llegamos a las inmediaciones del puntal de los Vagos (¿no irá con segundas?) que era donde empezaba la senda de Campanilla. Sólo con un tramo algo más complicado... eso se sabe por la cantidad de bidones que te encuentras en el suelo. Es sí... lo que te encontrabas era bastante gente reparando pinchazos, algo que se repitió en otras sendas. Será que no nos acordábamos de las presiones adecuadas tras unas largas vacaciones.



Déjà vu. Por este camino ya hemos pasado (el de Cubillas), aunque mejor ahora que íbamos de bajada hacia el barranco de las Viñas, nos encontramos con la mesa de avituallamiento (un poquito de sandía) y a por la corta senda del Fetge. Corta, pero curveando entre pinos, con sus piedras, el terreno algo húmedo. La cuestión era tener contento al personal.

 

Venían 12 km subiendo... bueno, no siempre. En el perfil destacaban 5 picos hasta coronar en las Cimas, en la cabecera del barranco de las Viñas que habíamos cruzado antes (eso es, vueltón).
Tuve suerte y en esta parte me adoptaron tres miembros del Xipirons BTT Alzira. Como la pista era ancha, daba para ir siguiendo al sacrificado que nos marcaba el ritmo, mientras el resto teníamos tiempo de disfrutar las vistas del embalse de Loriguilla a nuestra derecha, comentar la suerte de que a uno de su equipo le habían dejado unas zapatillas y pudo correr (teníais que haberle visto dar vueltas como un león enjaulado, antes de la salida, en la zona de aparcamiento) y, ya que estamos, a sacarnos alguna foto.


En el cuarto diente, el collado de las Sinalguillas, se nos quitaron las ganas de hablar. Esos 700 m al 9% de media... pupita. Pero nada de quejarse porque podías medio recuperar las piernas antes de la guinda del pastel: el barranco de la Fuente de las Borregas.
Total son 3 km (1,3 de ellos al 7% constante), pero hay que recordar que venimos del veranito. Antes de llegar a la curva de herradura a derechas, veías a la gente metros por encima de tí, despacito; 'Céntrate en lo tuyo y tira, va', me decía.


Tanto subir tenía que acabar en algún momento, por supuesto. Y te dejas caer por la senda de la Cuesta Larga, escuchando el ruido de la rueda trasera, relajado en la medida de lo posible, el Sol brilla, los pajaritos cantan... y te topas con un rampote de 400 m al 8,5%.
Don't panic. Sólo fue la antesala de los 3 km de bajada siguientes. Agárrense los machos que allá vamos, porque nada de relajarse ahora en este bonito tramo.


Escalones grandes y pequeños, roca viva, polvo, gravilla, raíces, arbustos... disfruté mucho esta bajada que tenía la conocida losa de piedra a izquierdas y luego otra no tan renombrada, a derechas, bien cerca de llegar a la altura de Sot de Chera (fin del segundo bucle)... quizás porque después de pasar la de antes, esta puede saber a poco.


En definitiva, llegada al pueblo por la ribera derecha del río con el tercer avituallamieto listo para ser atacado. Allí tenían la radio puesta (ya que radiaban la carrera) y en ese momento decían: 'llegan nuevos corredores a meta...' Miré el tiempo (2h 15') y rebufé. porque sabía que no quedaba demasiado, pero quedaba:
- 1300 m de asfalto por el camino de Pera (10% de media), con bonitas vistas de Sot, eso sí y escuchando la música de la zona de llegada.
- El tramo de pista de sube baja que haría de enlace, por la Pinada Preñada, con la última senda de la jornada.
- La propia senda que tenía esas zona con varias horquillas prácticamente enlazadas.

 

Por el ancho camino de Pieza de Segura remontamos un par de kilómetros el río antes de meternos por una zona más estrecha, umbría y con trampas de gravilla para desembocar en la línea de meta donde, tras cortarte las bridas del dorsal, tenía esperando (bocadillo en mano) a los nuestros, ya comentando las mejores jugadas.



Luis tuvo la mala suerte de meter la rueda en una de esas trampas de gravilla, a 15 metros de meta, y se fue al suelo de una manera tonta; después de lo que habíamos tenido que sortear... Nada. Fuimos a la ambulancia a que le hiciesen unas pequeñas curas (gracias de nuevo), un poco de 'Sana, sana...' y como nuevo.
Buenas sensaciones en definitiva, mañana entretenida y divertida y mirada puesta ya en la siguiente: Gestalgar.


Así quedamos en la prueba que abría esta segunda parte del CSBTT::


¿Saludamos de nuevo a nuestros patrocinadores? Faltaría más. Ese apoyo incondicional de DoyoubikePACOM SystemsEdetania Personal Bankers, Talleres Gonzalo y digitis, se lo merece.

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Si quieres ver las fotos de la marcha, las tienes en la galería.

Aquí puedes descargar el track de la marcha.




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Crónica de Paco Pérez.