martes, 28 de noviembre de 2017

Por Potrillos al Castell de Serra


Buena comitiva del Club la que se fue este pasado Domingo a llenar de polvo las bicicletas por la Calderona. La idea era, ir a Potrillos y, luego, subir hasta el castillo de Serra...y así se hizo.
No podía faltar el almuerzo de rigor, necesario para unir a la grupeta y reponer las fuerzas que se habían gastado ya.



Aquí está el vídeo que ha hecho Gerard a modo de resumen de la ruta:


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Todas las fotos de la jornada las tienes en la galería.

jueves, 23 de noviembre de 2017

El examen de Losa del Obispo


Cuando se acaba un curso, siempre hay un examen que trata de evaluar si se han adquirido unos mínimos conocimientos. En la facultad recuerdo que esos exámenes se hacían a primera hora. Llegábamos los compañeros de clase, saludos, se comentaba lo que querías que cayese, qué habías dejado de estudiar, el que llevaba una chuleta...
El paralelismo con la última marcha del Circuito Serranía BTT era más que evidente.



Alberto Peyró, Rafa Abril, Alberto Martínez (con chuleta del recorrido pegada en el cuadro), Arturo, Rado, Benja, Joseph y Nico (ambos habían estudiado todas las marchas de este año), Xeni, Pablo, José Sevillano, Ibán, Benja y yo, nos presentamos al examen final. Unos preferían estar delante y otros buscamos las últimas filas, algunos entraban por presentarse y otros iban a por nota... incluso vino Enric, un futuro alumno que hacía la prueba de nivel.



La marcha de Losa del Obispo, última del circuito 2017, sería la encargada de ponernos nota y la verdad, nos tenían preparado un recorrido en el que no había lugar para probar suerte: agua, pista, subidas imposibles con piedra suelta, sendas polvorientas, escalones, toboganes, arena, rocas... Lo que viene siendo un completo. Y es que si se trataba de ver si los alumnos habían entendido o no el temario, tenía que caer todo.


Arrancamos con AC/DC de fondo hacia el camino Real de Chelva, evitando posibles enganchones en la bajada inicial y dándole vueltas todavía al tema del fresco de la mañana. No lo sabíamos, pero en los próximos días iban a hacer algunas intervenciones en la caja del canal principal del embalse de Benagéber. ¿Y qué tiene que ver eso con la marcha? Pues que al llegar al barranco del Corral Nuevo nos encontramos con una inesperada suelta del agua. Fresquita agua embarrada a la altura de los tobillos y con corriente que, a más de uno, le creó dificultades por el tapón que allí se creó (Arturo puede decirlo). Así empezaba el primer y único bucle de 10 km.




La primera mitad del mismo, salvo la una pequeña parte cercana a la Loma del Cerro, era fácil de rodar; pista ancha con tendencia al llaneo o descenso. Pero la segunda parte ya cambió; el punto de inflexión se encontraba cuando se nos sacó de la vereda al camino de Chulilla a Losa. Empezaban aquí un poco más de 9,5 km en los que ir hacia arriba, sería lo normal... que si lo pensabas bien era lógico, porque si en 36 km teníamos que acumular 1100 m de desnivel, en algún momento nos íbamos a topar con las rampas. Y para ir calentando motores, qué mejor que estrechar el camino y hacernos subir (450 m al 8,5% de media) a la ermita de la Virgen de los Dolores... adecuado nombre para este momento.




Las calles de Losa dieron por bueno que se terminase este bucle... y allí José o, mejor dicho, la rodilla de José dijo basta. Una lástima, pero como se suele decir: más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida. Nos detuvimos junto a las supporters (de nuevo mil gracias por acompañarnos en las marchas, los ánimos, las fotos...), Benja se reenganchó con Ibán y conmigo, emprendiéndola con la subida a la Canaleta primero y el remonte del barranco de las Fuentes después (tramos de 300 m y 800 m al 8% de media).

Aquí ya se salpicó la subida con algún punto exigente en cuanto a pendiente y técnica.





Breve bajadita, primer avituallamiento líquido e inicio del siguiente peldaño de la escalera (1,75 km al 9% de media) hacia la Hoya del Puerco. Una vez allí, giro a la izquierda y sí, a seguir acumulando metros de desnivel (1 km al 7% de media) por la pista que moriría en el camino de la Losa, muy cerca de la cantera, a 715 metros de altitud... pero no sería cota más alta de la marcha. Por fin la pista parecía que continuaría hacia abajo por bastante rato... y así fue, incluso cuando nos apartaron por la primera senda.



Esta tendencia se rompìó bruscamente al tener que llegar a la Cima de los Huertos (500 m al 8% de media), pero mereció todos y cada uno de los metros recorridos, ya que al rodear el depósito de agua, empezó uno de los descensos con las vistas más sobrecogedoras de todo el circuito. La dificultad de los primeros y pedregosos metros era notable, más todavía si estás intentando rodar sobre roca viva, en el filo de las dos vertientes de la elevación. Realmente espectacular.




Mucha piedra, restos vegetales en el piso resultado del acondicionamiento del terreno para las bicis, curvas de 180º... es bastante lógico que en este punto estuviese apostado algún fotógrafo para sacarnos unas buenas instantáneas antes de enlazar con el camino de la Hoya Hermosa.





Justo ahí estaba el km 20, que era donde habían dicho que tomarían nota del club que más corredores en grupeta llevase, para otorgar posteriores premios. Pasamos prácticamente de la mano Alberto Martínez, Rafa (que se quedó a esperarnos), Ibán y yo. Benja llegaría poco después, así que nos concedieron un jamón... no íbamos a salir de esta marcha sin uno vistos nuestros antecedentes.




Segundo avituallamiento y sin tiempo de acomodarse, empezamos otra vez la subida a la cantera (2 km al 6% de media). Para ser sincero nos lo tomamos con mucha calma, tanta como ancha era la pista. Eso hizo que, no sólo se comentase la bajada anterior, sino que Ibán nos diese una clase teórica de cómo afrontar ese tipo de descensos. Si es que el que sabe, sabe.

Al llegar a la pedrera y torcer a la izquierda empezamos con la prueba de pedalear sobre arena, rodeando la cantera por el Norte hacia el corral de Algarra. Se terminó el ir hablando y soltando bromas, porque el camino se acabó de cerrar, aparecieron las piedras y, sobretodo, el punto más alto de la marcha (747 m) estaba a sólo 2 km.



En general eran 2000 m con una pendiente media del casi 7%. Llevable. Pero esa curva a derechas, ya casi en la cima, donde pensabas: '¡Mierda! Llevo cámara, bombín, palanquetas, un gel... pero no un piolet'. ¿En serio? No sólo ya por la pendiente (135 m al 19% de media) sino por la piedra suelta, lo roto del terreno, mantener el corazón dentro del cuerpo. Demencial.

Pero se superó. Y eso hizo que nos tirásemos por la senda hacia el barranco de la Cueva de la Mora con muchas ganas. Una trocha muy seca, polvorienta, con alguna parte puntual donde había que echar mano de técnica... pero para nada compleja.
Como tampoco sería demasiado costoso subir al cerro de Roger por el camino de la Armajuela (1 km al 8% de media). Bueno, sí lo fue, pero los males, desaparecerían pronto.






Desde este momento teníamos, nada más y nada menos, que 6 km de descenso. ¡6 KM! Había que tirar mano de todo lo aprendido en las 9 marchas anteriores: toboganes, paso entre árboles, curvas con arena, escalones, piedra suelta, raíces y las posibles combinaciones entre todas ellas. Sensacional tramo este que, una vez cruzamos dos túneles bajo la CV-35, nos dejaba a las puertas de Losa del Obispo.


 

Allí nos dieron el último impulso necesario la cuadrilla de apoyo y cruzamos el arco hinchable de Serranía por última vez este año.

Dejamos apoyadas las bicis en la pared y cada cual a contar su historieta al resto, entre bocado y bocado. Haciendo grupo que es lo que realmente importa y lo que de verdad ha primado este año en el Circuito Serranía BTT, que ese 3er puesto en la General por Equipos, no ha sido una casualidad.





Con respecto a las clasificaciones, así quedamos:



Y no puedo terminar la crónica sin agradecer, como siempre, a nuestros patrocinadores DoyoubikePACOM Systems, Talleres Gonzalo, Prosolutions y Edetania Personal Bankers, por todo el apoyo que nos han dado a lo largo de este circuito.


Hasta la próxima.


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Si quieres ver las fotos de la prueba, las tienes en la galería.

Aquí puedes descargar el track de la marcha.





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Crónica de Paco Pérez.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Rodando por Monte Picayo


Siete días han pasado desde la última salida del Club Ciclista Doyoubike y 7 miembros se fueron este sábado a aprovechar al máximo la salida programada, esta vez dándose una vuelta por Monte Picayo pasando por el Santuario de la Sma. Virgen Milagrosa...y con su almuerzo de rigor.


En una semana... la siguiente.


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Aquí tienes el enlace para ver el resto de las fotografías del día: álbum.

Probamos el asfalto



Se quedó en el tintero (y pedimos disculpas por ello) comentar la semana pasada, que cambiamos las bicicletas de montaña y el polvo por la rapidez del asfalto.
Gracias a Edu que se encargó del trazado de la ruta y a Doyoubike, que prestó bicicletas de carretera a quien no tenía, una pequeña grupeta se fue a 'descubrir' qué es eso hacer salidas en bicicletas de carretera por el incomparable marco de la Sierra Espadán.


Tenemos muy claro que no será la última vez que se lleve a cabo una (buena) iniciativa como esta.
Iremos avisando de la siguiente.

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Aquí tenéis el enlace para ver las fotos del día: galería.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Esto se acaba: Aras de los Olmos


Penúltima cita del calendario del Circuito Serranía BTT a la que fuimos 18 madrugadores (lástima de Alberto Peyró que fue baja de última hora), con la idea de hacer más visible la marea verde en Aras de los Olmos.
¿En juego? Afianzar más si cabe esa tercera plaza en la clasificación general por equipos. Y vaya si se consiguió.
La guinda del pastel fue la excelente prueba que disputaron Joseph, Arturo, Rado, Xeni y Rafa, quedando entre los 50 primeros. Una pena que a Nico se le escurriese entre los dedos ese Top50. Por muy poco. Además 'Salobre' y Ramón hicieron 2º y 3º, respectivamente, en categoría Veteranos.




Al lío. 230 bicicletas listas para tomar la salida a las 9:30. Bastante inquieta se veía a la gente, por cierto. No había nadie quieto. La culpa la tienen esos 9°C, algo de viento y que el arco de salida estaba a la sombra. ¿Y los modelitos? Debe ser que era la primera marcha con fresco en mucho tiempo y cada cual hizo la combinación que estimó oportuna: de verano y como si no pasase nada (valientes), corto abajo y manguitos, corto+chaleco+manguitos, largo y paravientos, corto y chaqueta... la Pasarela Cibeles.
Salida y a entrar en calor lo antes posible



Inicio ordenado hacia el camino del Molino del Marqués y luego por el Cordel de Castilla. Unos 2,5 kilómetros de subida rodeando Las Lomas; llevadero. Sorprendía una parte de llaneo y más todavía la primera senda de bajada hacia el Barranco del Cristo. No es habitual encontrarse un regalito así tan cerca, lo que, bueno, podía hacer que te confiaras. Más vale que no, porque, como en una encerrona, te las tenías que ver a continuación con la pared (1 km al 8% de media) del puntal de la Travina.



Más alto ya no se podía subir, así que la única opción era tirar hacia abajo. En este caso, siguiendo las marcas del PRV 187 (Los Rubiales - Río Turia) por una senda y, luego, por el camino del Navajo del Sastre a buscar la cabecera del barranco de las Balsillas.
Preciosa senda la que seguía su curso. Rápida, serpenteante, ideal para dejar correr la bici. Poco se tocaba el freno, salvo en las horquillas... pero terminó el descenso, prácticamente en el cruce con el barranco de Valdelagua, donde había que cambiar desarrollo porque el terreno empezaba a picar hacia arriba.



¿Picar? Eso fue como meterse en un avispero. Tras una curva a derecha, el camino de los Rubiales empezó a ganar pendiente sin descanso, convirtiendo la prueba en una procesión de sufridos (que no arrepentidos) ciclistas empujando literalmente sus bicis, con el poco agarre que te dan tus zapatillas en la gravilla. ¡700 m al 15,5% de media! Locura. Vendría a continuación otro tramo de 500 m al 9% de media que, tras lo pasado, hasta se hizo llevadero... y con el primer avituallamiento en el km 10 (¿sólo llevamos 10?), más.
Hasta el corral del Losar fue prácticamente llanear con tendencia hacia abajo y, tras una testimonial subida, encarando el puntal de Lostal, empezamos una nueva senda cercana al barranco de la Torrecilla. Y qué senda.



Un 'single track' de los más rápidos que hay el circuito: 1500 metros entre pinos, con sólo 6 horquillas, que te permitían lanzar la bicicleta tan rápido como te atrevieses. Valía dejar hueco con quien llevases delante para disfrutar plenamente de esta parte (y no solo por no ir tragando polvo). Eso era lo que comentaba la gente cuando llegamos, de nuevo, al amplio camino de Rubiales.



Y puesto que ya habíamos dado cuenta de la bajada más larga y estábamos tan contentos, ¿qué nos prepararon? Eso es: la subida que, puede, echases de menos al principio de la marcha. Pista ancha (camino de Las Espartosas), sin descansos, constante (3,5 km al 8,5% de media), de las de ir a tu ritmo y con unas preciosas vistas. Todo menos pensar que tras la próxima curva seguirías acumulando desnivel.
Y poquito a poco terminamos en el puntal de los Sobacos, con el segundo avituallamiento esperando para poder rellenar bidones.



El pequeño descanso que vino a continuación, era necesario aprovecharlo al máximo porque pasado el corral de la Cañada había que empezar a pensar en poner desarrollo corto y, tras un giro de casi 180º, afrontar la subida (otra vez) al puntal de la Travina, pero esta vez por la cara Norte, llegando a la caseta emisora y al vértice geodésico que marcaba el punto más alto de la jornada: 1093 m.



Volvimos a bajar el puntal por la misma senda que utilizamos cuando subimos por primera vez, pero esta vez nos fuimos hacia la derecha, rodeando el alto de la Sorteneja hacia el barranco del Carril, por una trialera más pedregosa de lo que habíamos bajado hasta ahora, pero tampoco excesivamente técnica.
Lo importante es que acabaríamos en el camino de la Burguesa, punto de inicio de la (quizás) parte más divertida de todo el trazado.



Pasada La Buitrera se nos sacaba de la pista casi por el trazado del SL-V22 en donde sí que había que echar mano de cierta técnica. Yo tuve la suerte de llegar a gente delante que iba cantando las peculiaridades del terreno (mil gracias) y lo hice más rápido de lo que lo hubiese hecho solo. Escalones de todos los tamaños, giros cerrados, toboganes y repechones... todo bien concentrado.
Pero la cosa siguió por el barranco del Tornajuelo y el del regajo; según dijeron, tramo nuevo para evitar el asfalto de la CV-35, carretera que tuvimos sobre nuestras cabezas al pasar bajo un puente, poco antes de intentar, recalco lo de intentar, superar un rampón en curva (50 m al 20% de media) y torcer por el camino viejo del Collado de Alpuente.



Pudiera parecer que ya estaba todo finiquitado, pero nada más lejos de la realidad. Con la visión de las casas de Aras de los Olmos a nuestra izquierda, quedaban por cubrir unos dos kilómetros ascendentes y con viento en contra, sin protección alguna que parecieron ser el doble. Y cuando hicimos el giro a derechas, ya apuntando claramente al pueblo y descendiendo, tampoco podías relajarte, porque el viento pasó a ser de costado y, realmente, había que estar atento.




Ya en las Quinchas, el camino por el que íbamos rodando se fue estrechando a la vez que aparecían dos muros de piedra seca que lo delimitaban, encajonándonos progresivamente; incluso llegó un momento en que el espacio disponible era poco más ancho que el manillar de la bicicleta. En mi opinión de las entradas/finales más peculiares de todas las marchas de Serranía.



¿Qué vino después? Pues el paso por la línea de meta de los 17 que nos desplazamos a hacer la marcha... 17 y no 18 porque Carlos tuvo que abandonar por la rotura de la cadena en los kilómetros iniciales. Aun así, esperó la llegada del resto para compartir bocadillo, risas y anécdotas... como que Rado y Nico salvaron a una desconsolada niña que quedó atrapada por el pie en una portería del pabellón.



Y poquita cosa más, salvo la recogida del premio por ser uno de los clubes más numerosos... que ya van tres seguidas. Excelente trabajo el de todos: Tota pedra fa paret.




Con respecto a las clasificaciones, así quedamos:


Y no puedo terminar la crónica sin agradecer, como siempre, a nuestros patrocinadores DoyoubikePACOM Systems, Talleres Gonzalo, Prosolutions y Edetania Personal Bankers, por todo el apoyo que nos dan.

Hasta la próxima.

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Si quieres ver las fotos de la prueba, las tienes en la galería.

Aquí puedes descargar el track de la marcha.




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Crónica de Paco Pérez.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Marcha BTT Tuéjar


El pasado 29 de octubre se dio cita la marcha BTT de Tuéjar, perteneciente al Circuito Serranía BTT. Una de las pruebas reina hasta el momento de este circuito ya que, para los amantes de la piedra, iba a ser una prueba de disfrute máximo, eso sí, sin olvidar la dureza que de la misma.
-Oye, oye, dicen que es pistera, ¿es cierto?
- Ehhh…

8 de la mañana, y como de costumbre, los militantes del Club Ciclista Doyoubike iban apareciendo por la zona como si de mirlos al amanecer se tratase. De camino a la recogida de dorsal, podías apreciar en la cara de los corredores y animadores lo que la lengua callaba: ”menudo frío”. Todavía no eran las 8:30 y el termómetro amenazaba con sus 10 ºC.
Esto no era Moto GP, tampoco la F1, pero la estrategia no podía faltar, apuestas de última hora para no salir penalizados.  ¿Manguitos? ¿chaleco? ¿a pelo? Incertidumbre por todas partes.
-¡Oye, oye, responde a la pregunta!
- Ahora no…


Todavía no habían sonado las 9 campanadas y ya teníamos al equipo en parrilla. Albertito, Joseph, Rado, Nico y Rafa se establecían en cabeza, mientras que los demás nos posicionábamos según íbamos llegando. Queda destacar la participación de miembros del Club, que gracias a ellos, nos da el apoyo para afianzar esa 3ª plaza por equipos este año. Sin olvidarnos de José Sevillano que acudía con problemas físicos y Pablo, que tras mucho tiempo apartado de las marchas por accidentarse, volvía al terreno de serranía con la familia Doyoubike.

 

- Oye, oye, ¿entonces fue pistera o no?
- Pffffffff…  te doy una pista; pistera lo que se dice pistera de pista, no fue jajajaja.
Un error en el recorrido de la previa hizo pensar que la carrera sería distina, por lo que pedimos disculpas a los que lo pasaron mal el día de la marcha.
Pitidito inicial y todos con el pulso acelerado se calaban para empezar lo que iba a ser la aventura. Un terreno llevadero por pista nos acompañaba en los primeros 6km donde teníamos el primer paso por agua, hasta entrar en la senda de la Rambla, donde empezaba el desnivel positivo.

  

Una vez dentro empezaron a extenderse los grupos, ya que nos iniciábamos en la escalada del barranco del Fraile, que acabaríamos coronando en el km 16 con sus 988 m de altura. Aquí nos esperaría el 1er avituallamiento de la marcha, donde muchos no pudieron repostar por la mala ubicación del mismo. El siguiente tramo iba a ser algo traicionero. Terreno de curvas cerradas y piedra muy suelta, iban a jugarle un mal papel a nuestro compañero Pablo que, a pesar del mal estado y la dificultad, fue abatido al suelo por una planta que le dejó “plantao” en el suelo (por suerte nada grave).



Una mezcla de pinadas y árboles similares al chopo, inundaban nuestro camino cegando las curvas y arropando a los participantes. Cuando por fin tocaba bajar, el terreno nos obligaba a mantener la guardia, ya que por sorpresa del terreno, iniciábamos sendas de bajada alimentada de piedra con algún que otro escalón. Primera recompensa, pero como todos sabéis, cuando bajas mucho, ¿qué pasa luego? COOOOOOOORRECTO.  El GPS marcaba el km 23’5 y venía la parte más dura, la subida del Corral del Segle. Corral del segle en valencià, o Siglo en castellano, que viene siendo lo que tardas en subir.

 

Una pendiente media del 11% que te regala tiempo de sobra para apreciar la naturaleza y la diversa fauna que en ella habita. Aguiluchos, águilas perdiceras, tordos y algún que otro arrendajo, se acercaban en modo espectador a ver el espectáculo. Pocos fueron los que por suerte pudieron ver cruzar a algún corzo que buscaba tranquilidad en un día tan ruidoso. Por suerte, yo fui uno de ellos.
Una vez coronados por fin, venía una zona estable. Teníamos por delante 8 km de falso llaneo con terreno firme y pequeños repechos, que nos daban ese pequeño respiro para poder coger el último tramo con fuerza. Unos 1.000 metros nos separaban del 2º avituallamiento, y lo digo en metros para que parezca menos, ya que para la gran mayoría parecieron más de 2.000 (posiblemente fuimos engañados). Pista, pista y pista, ahora sí, parecía una autopista. Un carril anchísimo, largo y despejado, que permitía coger velocidad para impulsarse en los repechos, pero que a su vez, parecía no acabar nunca.



Una vez llegados al chiringuito reponíamos líquidos y llenábamos nuestros pulmones de aire puro. Sí señores, 1.000m de altura, donde el aire es tan puro que te cuesta recordar cuándo fue la última vez que tuviste esa sensación de saciedad. Por desgracia para muchos, vivimos en la capital y cercanías y se nos olvida esa sensación.  Bueno, bueno, 8 km y terminaba este largo camino. El descenso, desconocido para muchos, nos iba alertando poco a poco de lo que venía. Zonas de piedra en la que las cabras autóctonas de la zona bajaban la velocidad a sabiendas del peligro, pero que con paciencia y ayuda de muchos de los voluntarios, se hacía más fácil y llevadero.

 

Algunos fueron los que por desgracia, se accidentaron de forma grave en esta zona. Mucha piedra escalonada y puntiaguda amenazaba cada rincón de nuestros cuerpo.Tras haber completado toda la bajada, salíamos escupidos del barranco hacia el último rampón de asfalto. Muertos, sin vida, y algunos ya con visión en blanco y negro, avanzaban metro a metro entre los gritos y aplausos de la multitud de gente que daba apoyo en los últimos metros.

 
En resumen, una gran jornada en familia, que a pesar de los leves incidentes, no ha sido de mayor gravedad. Ánimo y recuperación para nuestro José y Pablo y felicitaciones a todos los miembros del club por terminar FINISHERS en una prueba tan dura.


¡Hasta la próxima!
Con respecto a las clasificaciones, así quedamos:


Y por supuesto dar las gracias, como siempre a nuestros patrocinadores DoyoubikePACOM Systems, Talleres Gonzalo, Prosolutions y Edetania Personal Bankers, por todo el apoyo que nos dan.

¡Hasta la próxima!

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Si quieres ver las fotos de la prueba, las tienes en la galería.


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Crónica de Xeni