miércoles, 9 de marzo de 2022

Pedralbarro (Marcha BTT Pedralba)


El caso es que, fíjate tú, se sabía que había llovido el día de antes y segundo que había barro allá por dónde intentases rodar para calentar... pues aun así lo que más se escuchaba mientras tratabas de completar el recorrido era que desde luego cuánto barro, que si así no se podía, etc. Ya lo dice el refrán: Quien no quiera polvo...
Puede que esa fuera la razón de que nos juntásemos casi 200 detrás del arco de meta (incluidos Vladi y yo), en una salida 'escondida' y apretujada.
Despacito y buena letra al poner el cronómetro a cero, que el terreno patinaba.


¿Salida subiendo? Casi casi. A las afueras de Pedralba, por el camino del Jaucar, se empezó a meter desarrollo. Al principio no tanto por la pendiente, sino porque el barro atrapaba las ruedas (que era como ir subiendo); luego ya sí, porque remontar el barranco de Balsillas se ponía cada vez más complicado.
Descansillo en forma de senda para cruzar el barranco de la Marjuela, que valió para empezar a buscar el límite del agarre de las cubiertas y vuelta a ganar acumulado (2,2 km al 4,5% de media) por el camino de la Salada, entre naranjos.
Y sin remilgos, dejamos el asfalto para subir (por primera vez) una trocha que gracias al barrillo dejado por quienes pasaron antes, hizo muy difícil el llegar arriba sin ir empujando la bici. Calar y bajar al camino de la Salada de nuevo para volver a abandonarlo por otra senda de bajada que, al principio, no te merecía nada de confianza.


Sigueinte paso: rodear el Cremat, por el camino del Pla de Torres; aunque Vladi y yo decidimos ir por otro lado en lugar de seguir por dentro de la rambla Castellarda... lo que tiene seguir a una grupetilla en la que nadie lleva el track (no vimos el giro jajaja).
La cosa es que no nos libraríamos de la siguiente subida (2 km al 4% de media) por el camino Viejo de Chelva con su giro de 180º para meternos en una preciosa senda del Campillo, que terminaríamos haciendo a pie antes de bajar con todo el cuidado del mundo.


Pasamos de nuevo la rambla, con agua chocolateada a la altura del pedalier, para rodear el barranco del Charco del Moro y rodar subiendo /1,7 km al 4,5%) en paralelo al de Cañizares, luego por la solana de la Llobera y acabar al lado del Canal Principal del Camp de Túria antes de llegar a la cota más alta del día (464 m) en la cañada de l'Almendroler.
Bajada de algo más de 1 km hasta el barranco del Pedregós, giro a la derecha y dos trampas en forma de escalones que superamos como pudimos antes de seguir bajando por el camino de la Carrasqueta, entre muchos naranjos, pasar sobre el lecho de la rambla Castellarda y el barranco de les Clotxes y tirar hacia la cantera del collado de la Herrada.


Parte rápida esta, ya que el asfalto del camino del Castillejo estaba seco y seguiría siendo rápida sobre tierra del camino de Cavanzas; algún repechito, pero llegamos sin demasiado esfuerzo al camino de la Salada. ¿Por aquí ya hemos estado? Eso dijo Vladi cuando nos metimos de lleno por un camino embarradísimo, donde había gente sacando pelotas de tierra pegada en el puente de la horquilla, en el paso de la rueda de atrás, otros metiendo la cadena... no auguraba nada bueno.
Sí que habíamos pasado, sí; la trocha del principio que ahora, obvio, estaba peor... mi cambio dejó de funcionar como debía y cada pedalada desde entonces era como estar moliendo café.
Arriba del todo nos fuimos para la senda de la derecha, hacia la Cruz Quebrada, cada cual como su equilibrio o mecánica le dejaba hasta que volvimos a rodar por asfalto, más tranquilos, ya de camino a Pedralba.


Antes de entrar al pueblo, un caminito delimitado con cintas para acabar bien embarrados y cuando teníamos la meta a 20 metros: desvío. ¡¿Por esa pared de hormigón?! ¿A estas alturas? Pues eso. Nos tuvimos que merendar 200 m al 16% de media... Cuenta la leyenda que arriba se entre menos mal que había un animador a medio camino dándolo todo jajajaja
A la altura del vértice geodésico de la Torreta y el monumento a los padres Dominicos... tobogán hacia abajo (haz lo que puedas), un nuevo rampón al 12% como final de mascletà, paseo triunfal entre los pinos y entrada a meta tras deslizarse por una brecha en el talud.


Nos quedó bien claro la razón por la que esta marcha valía doble. Tremendo esfuerzo para acabarla, pero en la zona de recuperación Vladi y yo nos felicitamos por haberla podido acabar sin percances serios, que al final es lo que cuenta en estas ocasiones.
Chocolatito caliente y para casa.


En días como hoy da gusto tener a alguien con quien ir compartiendo la ruta. Por suerte siempre tenemos a Doyoubike, AAACapital, PACOM Systems y Talleres Gonzalo, ahí, a nuestro lado. Gracias.
A seguir celebrando nuestro décimo aniversario como Club.

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Aquí puedes descargar el track de la marcha.

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Crónica de Paco Pérez

martes, 15 de febrero de 2022

Nos gustan las piedras (Marcha BTT Transalèdua, Llombai)



Una clásica del Circuit BTT La Ribera que te puede llegar a sacar de la 'comodidad' de las marchas del Circuito MTB Valencia... con el aliciente de que en cada edición hay cambios en el recorrido, cosa muy de agradecer.
Preciosas sendas con piedras (muchas), losas, pasos estrechos, zonas ratoneras... En mi opinión valen la pena cada uno de los 43 km de la Marcha BTT TransAlèdua (Llombai).


Allá que llevamos nuestras dobles Carlos y yo, con muchas ganas de vivir en primera persona los nuevos cambios en el trazado. Traca y salida tranquila, sin sudores, atravesando por la Ponderosa (600 m al 9% de media) y seguir subiendo para por el asfalto del camino de Passelvir (1,7 km al 4,5%) hasta tocar la primera senda en la cabecera del barranco Ample, formar parte del primer tapón, enlazar con otro 'single track' cortito, salir a pista y encarar hacia Passelvir, donde tenían preparados unos divertidos toboganes.


No llegó a un par de kilómetros por el camino de la Malà, rodeando la loma Redonda, nos encontramos con el segundo tapón; considerable. La parte de subida, empujando la bicicleta. La parte de bajada, donde empezaban a asomar algunos escalones de piedra, sobre el sillín... empezando a tomar contacto con ese terreno con tanta roca que tendríamos subiendo por la senda de la Pedrera (500m al 7% de media), justo antes del primer avituallamiento.
Desde allí, bajadita para enlazar con la senda de Fontanelles, que ya tenía algún punto 'conflictivo' y volver a subir coronas para ascender por la senda de Rafel (menudos 500m al 12% de media).


La bajada por el barranco de la Farina se hizo corta, pero había que aprovecharla de cara a afrontar los dos siguientes repechos que nos dejaban al lado del barranco de Quixal, bajando en paralelo, pero no con mucha velocidad, porque esas losas que sobresalían tampoco permitían lanzar la bicicleta... como sí se pudo hacer a la altura de la loma de Sant Antoni... sujetando fuerte el manillar, eso sí.
Entrada a Llombai, bajada por los escalones de la ermita de Sant Antoni y primer bucle terminado. Tiempo de hacer fondo remontando por la margen derecha del río Magro en dirección al castillo d'Alèdua.


La pedregosa senda de la torre hizo que no se nos fuese de la cabeza dónde estábamos, aunque lo que teníamos por delante era la subida hormigonada del Portixol (800 m al 10% de media), remontando el barranco d'Antoni la Sardinera, que no acababa ahí, porque continuamos subiendo por el camino de l'Estepar (ya con una pendiente más tendida) hasta girar a la derecha y meternos por la senda del Gas, tramo de enlace con el Plà de l'Estepar... que mucho plano no tenía... era más bien una zona de sube-baja que no te permitía dejar de dar pedales.

 

Justo antes de llegar a la caseta de Bernabé, una senda ratonera dando la vuelta a la Contrampa, ya en el Paraje Natural Municipal El Tello. Bonito rampón de más de 100 metros al 14% (dolor).
La bajada posterior, espectacular. Enlazando la senda el barranco del Tio Traca con el de Ferrando. Tramo precioso con rocas, escalones, curveo, escalones, raíces... terreno a veces seco, a veces suelto, otras húmedo... pasando por cantos rodados cada vez que se cruzaba el lecho del barranco hasta llegar a la Cañada Real de Aragón, casi en la orilla del Río Magro. Divertidísima esa parte de 4 km.


Aunque sin terminar de saborearla, el recorrido te metía en firme hormigonado. A subir el primer repecho con dobles dígitos en la pendiente y, en el segundo (senda de la Cadena), echando mano de técnica, buscando la trazada menos pedregosa. Diferentes pero igual de complicados.
En el corral de Castellar, sopresa. Como el barranco de la Lloma Plana estaba por allí, que mejor que ir a buscar un punto donde poder cruzarlo, rodando por las dos orillas, (la vuelta, por senda, más entretenida que la ida) y cerrando este puqueño bucle por el camino de Castellar hasta el azud de Llombai.


Asfalto por delante y pocos kilómetros hasta el arco de meta, con la única 'complicación' de salvar el río Magro antes de que te quitasen el dorsal del manillar, recoger el bocadillo y, como viene siendo normal, comentar el recorrido y tus sensaciones, que eso también forma parte de ir a las marchas ¿no?

Doyoubike, AAACapital, PACOM Systems y Talleres Gonzalo, agradeceros que sigáis estando en nuestro maillot otro año más. Valoramos y mucho ese apoyo... y a seguir celebrando nuestro décimo aniversario como Club.

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Si quieres ver las fotos de la prueba, las tienes en la galería: enlace.
Aquí puedes descargar el track de la marcha.

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Crónica de Paco Pérez