jueves, 5 de mayo de 2016

MONEGROS 2016 LA BATALLA CONTRA LOS ELEMENTOS


El desierto de Monegros, un  secarral sin vegetación, sin montañas, sin sendas ni trialeras, donde cae un sol de justicia y hasta donde alcanza la vista no ves nada interesante para la práctica del mountain bike. Este era el concepto que tenía de Monegros y sigo teniéndolo, pero hay que ver como pueden cambiar las cosas cuando la madre naturaleza decide plantarte cara.

Lo que vivimos en la pasada edición de la Orbea-Monegros va a ser difícil expresarlo con palabras. Una auténtica batalla épica contra los elementos, la tierra, el agua y el viento.
Los bikers se dejaron la piel y el alma en una atroz pelea contra Eolo y su comandante en jefe, El Cierzo.
Pistoletazo de salida en Monegros

Las legiones de los bikers se disponían en cajones de salida para afrontar la batalla. 
En el primer cajón los guerreros más aguerridos, mercenarios venidos desde cualquier rincón de la península, auténtica carne de cañón, bikers curtidos en muchas batallas y dispuestos a dejarse hasta la última gota de sudor por vencer la batalla, en el segundo cajón la caballería, en el tercero la infantería y en el cuarto la logística. 

8000 bikers con ansias de sangre, sangre de barro y sudor, sangre de Cierzo.
Al mediodía sonaron los cuernos, la batalla daba su inicio y los legionarios comenzaban su gran aventura. En los primeros 60 km las bajas fueron pocas, el enemigo planteó una estrategia de desgaste, un terreno con grandes y pequeños charcos y un barrizal muy fino, que penetraba en la mecánica de nuestras monturas y las hacía crujir como sino hubieran sido engrasadas nunca. Nuestros cuerpos quedaron cubiertos de una fina capa de tierra, los ánimos estaban muy altos, habíamos superado la mitad de la batalla con éxito. La madre naturaleza es sabia y en su sabiduría envió a Eolo para combatirnos en la segunda parte de la prueba, el mayor enemigo de un ciclista y en este caso su lugarteniente El Cierzo, implacable y despiadado, fue disgregando las legiones hasta hacerlas cenizas. Solo pudieron sobrevivir aquellos que fueron capaces de seguir en formación para darse cobijo los unos a los otros. El viento era brutal con rachas que superaron los 70 km/h, era capaz de hacer que cayeras de tu montura y dieras con tus huesos en el suelo, herido de muerte hasta llegar a la línea de meta, la ansiada meta donde una mezcla de ira, rabia, dolor, llanto y alegría se mezclaban en nuestros corazones.
Una batalla intensa y esperada

DOYOUBIKE-PACOM envió a un nutrido grupo de legionarios,( Rafa, Ibán, Rado, Edu, Ángel, Jose, Jorge, Pedro, Paco, César, Miguel y Salobre) a pelear en esta épica batalla que quedará escrita a fuego en los confines de la historia. Con ellos se desplazaron parte de la gran familia Doyoubike, que estuvieron apoyándonos y animándonos en los momentos más dulces, como la petición de mano de nuestro legionario Jorge a Majo, y en los más duros, cuando iniciamos la gran batalla , la batalla de las batallas contra nuestro enemigo EL CIERZO.   

Podéis ver todas las fotos en este enlace.

¡Hasta pronto!

Crónica por: Iban Gómez

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